sábado, 17 de abril de 2010

... y ésto es sólo el comienzo...


Hace no mucho tiempo, vi una película que trataba sobre la vida del matemático John Nash, y se hacía hincapié en la psicopatía (esquizofrenia) que sufría y la sintomatología que le producía, que no era otra cosa que unas alucinaciones (veía gente, personas que no existían) que le afectaban en su vida y quehacer diario. En un momento dado, después de un tiempo de tratamiento y que se le observa cierta mejoría, le preguntan si seguía teniendo alucinaciones, si seguía viendo a las personas que sólo él podía. El contestó que sí, que seguía viendo a esas personas, pero que no les hacía caso, les ignoraba. Al ignorarles, no les hacía caso y no le influian en su vida, como antes hacían. Se podría decir en cierta manera que estaba curado, al menos en parte.
Con nuestras ambiciones, nuestros sueños, pasa algo parecido, algo similar que hace que no vivamos plenamente. Hay quien dice que los sueños son los que nos mantienen con ganas de seguir viviendo, que nos mantienen en un dinamismo permanente que hace que no nos estanquemos, y por tanto podamos evolucionar. Yo estoy de acuerdo con eso, pero con algún matiz. Yo pienso que los sueños, los deseos, las ambiciones no pueden permanecer como tal mucho tiempo en nuestras cabezas, porque cuando así pasa, se convierten en imposibles, frustraciones, adquieren un matiz platónico. Cuando tenemos un deseo, casi de inmediato debemos hacer todo lo posible por convertirlo en realidad. Esto no significa que seamos impulsivos... intentando (o haciendo mejor dicho) todo lo que se nos cruza por la cabeza. Pero no debemos conservar en nuestra mente un deseo, un sueño, alimentarlo como tal... porque corremos el peligro de que en vez de motivación se transforme en nuestra obsesión imposible de conseguir y que además, no nos deja disfrutar de nuestro presente. Es como admirar unos preciosos zapatos en un escaparate, y quedarnos en eso, en mirar el escaparate, y al mismo tiempo no nos damos cuenta de que estamos descalzos.
De eso va a tratar este blog. De desear, soñar, ambicionar... y conseguir hacerlo realidad.Ahora me presento.¿Qué soy? Un chaval joven, con suerte en la vida (que se sabe buscar esa suerte) y que sueña, como todos... y que no solo sueña sino que trata de conseguir lo que se propone, sin embargo de un tiempo a esta parte esta última característica se me estaba "olvidando", de forma que estaba perdiendo el control y no vívia de acuerdo a lo que soy.¿Quien soy? Soy quien toma el control, quien decide. Quien quiere volver a ser lo que era y por tanto, me pongo manos a la obra, en parte, creando este blog.Así pues, este blog no va a tener una temática concreta, pero sí una esencia. Esa esencia es la que he explicado antes, la de conseguir lo que uno se propone. Y ahora me voy a proponer ser un finisher. Se conoce como finisher a todo aquel que termina un triatlón. Así las cosas, ya estoy inscrito en el triatlón de Sevilla a celebrar el próximo día 29 de mayo; y con casi toda seguridad, la mayoría de entradas que postee en este blog hasta ese día serán relativas al entrenamiento, o mis aventuras en el deporte (de otra naturaleza que no tiene por qué ser el triatlón).
El título dice Anima Sana in Corpore Sano (alma sana en cuerpo sano), que es el lema de mi marca favorita de calzado deportivo. Probablemente ande necesitando sanar mi alma, y mi cuerpo, y la conjunción de ambos. Por eso este blog (y esta forma de hacer las cosas) y ese título.
Dicho esto, te animo a ti, lector o lectora, que me ayudes, me sigas, comentes, me enseñes como mejorar... todo lo que signifique comunicación conmigo... será bienvenido. Se admiten halagos, ánimos, consejos, besos, palmaditas en la espalda, insultos, collejas... y todo lo que se le ocurra... pero por favor, haz algo.Espero que te guste tanto como a mi escribirlo.

3 comentarios:

  1. Cuenta conmigo para servir de timón en ocasiones, otras de brújula, las más de grumete y en definitiva, de lo que quieras o necesites con tal de llegar sanos y salvos a destino. Algo me dice que el viaje va a merecer la pena.

    ResponderEliminar
  2. qué buena entrada, si señor, muy buena presentación! así que el triatlón de Sevilla, somos ambiciosos eh? te sigo supervidal!!

    ResponderEliminar
  3. Vidal ahora que me he enterado de la existencia de tu blog vendré a verte de vez en cuando, nada de collejas ¿eh?, solo ánimos y buenas palabras.

    Un abrazo y enhorabuena

    ResponderEliminar